Esta exclusiva villa se encuentra en una parcela llana de 897 m² y ofrece una cómoda sala de estar, prácticamente al mismo nivel que el edificio. La propiedad destaca por su arquitectura moderna y sus espacios cuidadosamente diseñados, al estar construida en dos niveles.
En la planta baja se encuentra un amplio salón con comedor y chimenea, junto con un espacio para la cocina y el lavadero, con todas las instalaciones de fontanería y electricidad listas para su instalación. También hay un baño completo con ducha, perfecto para invitados o para uso diario.
En la misma planta se encuentra un apartamento con acceso independiente, ideal para invitados o para alquiler. Incluye salón-comedor, cocina (con preinstalación de servicios públicos), un dormitorio y un baño. El detalle especial es la puerta de entrada, de madera antigua restaurada, que le aporta un encanto especial.
A la planta superior se accede por una escalera interior y alberga dos dormitorios, un baño y una soleada terraza con magníficas vistas al mar. Todas las estancias principales tienen vistas al mar, a la terraza y al jardín, donde se encuentra una piscina de forma irregular, hecha a medida, y una ducha exterior: un rincón de relax perfecto.
Entre las principales características de la propiedad se encuentran: carpintería exterior de aluminio con efecto madera, ventanas de doble acristalamiento y seguridad, persianas (motorizadas en la planta superior) y mosquiteras en los dormitorios, armarios empotrados con puertas correderas, calefacción por radiadores, iluminación regulable (suelo y techo), puerta de acceso para coches motorizada, puerta peatonal y plaza de aparcamiento privada en la propiedad. El jardín, de fácil mantenimiento, está equipado con riego automático.
Moraira es una joya escondida en la Costa Blanca, un antiguo pueblo pesquero transformado en un resort de lujo que ha conservado su encanto tradicional. Con playas vírgenes, aguas turquesas y un animado centro urbano, Moraira atrae tanto a turistas como a residentes que buscan tranquilidad, paisajes espectaculares y un estilo de vida relajado. Su pintoresco puerto, restaurantes mediterráneos, mercados locales y un clima templado durante todo el año hacen de Moraira un lugar ideal para vacaciones o para establecerse definitivamente.